Sin reacción

Partido calcado a los últimos vistos últimamente en nuestro equipo.
Dominio inicial engañoso, ya que no se generan ocasiones de gol, ante un Villarreal que no ha jugado posiblemente su mejor encuentro.
De nuevo la falta de actitud ha quedado patente. Dicen que el técnico es un buen psicólogo, pues faena tiene por delante por que el equipo no termina de creerselo y así es bastante complicado sumar puntos.
En la primera mitad el resultado de 1-0 mostraba lo que estaba sucediendo sobre el césped, quizás con un probable penalti de Dabo que no vio Undiano.
Las alineaciones iniciales me dejaron algunas sorpresas. Manzano apostó por una medular con Zokora-Romaric-Cigarini que tenía la posesión pero poca o ninguna profundidad. Por parte del Villarreal me sorprendió la suplencia del que hablan es el jugador mas determinante de la liga española para algunos, como es Borja Valero. Solo he visto alguna que otra vez a este jugador y no me cabe duda de que en nuestro estadio sería pitado.
Al comienzo de la segunda mitad dos cambios, Capel y Negredo entraban en el terreno de juego y conseguían darle otro aire al partido.
Pero como sucedió frente al Mallorca, cuando el equipo levantó la cabeza apareció Undiano para cortar de raiz cualquier atisbo de reacción.
Jugada de estratégia que termina con el balón dentro de la red que anula el linier por un supuesto fuera de juego que solo el ve.
Poco después le toca el turno a Negredo que ve como su gol es anulado por otro fuera de juego inexistente.
Pero claro, aquí si hablas las cosas como son resulta que estas poniendo excusas.
El equipo ha jugado mal, peor en la primera que en la segunda, pero cuando el equipo al menos ha merecido el empate nos han vuelto a cortar la reacción y nos quedamos a cero.
Algo hay que cambiar.
Pero no solo dentro de una plantilla que necesita de un tortazo a modo de gol en contra para entrar en el partido, sino que también la directiva debe urgentemente alzar la voz para cortar esta sangría arbitral y el Ramón Sánchez-Pizjuán volver a ser esa olla a presión con los rivales y el trío arbitral.
1-0 , cuarto partido consecutivo perdido y tiempo por delante para invertir la situación.
Empecemos desde ya.