De oro

Sufriendo, con los nervios de punta, sin realizar un partido para tenerlo grabado en un DVD, pero que bien sienta acostarte con el sabor de una nueva victoria.
Uno a cero y para casa.
¿Que me gustaría que el Sevilla FC hubiese bailado al Hércules? Por supuesto, y no creo que exista algún sevillista al que le hiciese ascos a eso. Yo lo que quiero siempre es que mi equipo gane y si es haciendo un tratado de buen fútbol pues mejor. Pero por encima de todo está la victoria, la que te da los puntos, los objetivos y los títulos.
Se habia visto una mejoría en los dos últimos partidos, pero una mejoría esteril por que el equipo perdió en las dos ocasiones. Ahora tocaba ganar, por lo civil o lo criminal, y al fin se ha conseguido.
Un solitario gol de Rakitic en el 21 ha bastado.

Oportunidades ha habido para no haber pasado los apuros de última hora. Negredo, Luis Fabiano, Navas, Rakitic, Fazio, Medel y Zokora han tenido ocasión de haber puesto tierra de por medio, pero unas veces por falta de acierto y otra por la madera (14 llevamos en la temporada) impidieron ver mas goles en Nervión.
Me gustaron Rakitic y Medel, aunque la tela de araña montada por Esteban en el Hércules hiciesen que tuvieran poca presencia durante los primeros minutos, Negredo que estuvo muy participativo y solo le faltó culminar con un gol, y Javi Varas que, pese a no haber tenido una tarde muy complicada, sacó una mano en los últimos minutos que ha valido dos puntos.
Tres puntitos mas, septimos en la tabla y a partir de ahora podemos empezar a hablar de sistemas, de tiki-taka o de la inmortalidad del cangrejo de rio. Pero todo ello con lo mas importante en el fútbol en el zurrón: La victoria.