¿Y ahora que?

Había que traer un entrenador profesional, la gente se aburría por que el equipo no enamoraba, ganábamos 1-0 y pá casa, pero la gente... se aburría.
Pues se cambió el entrenador y el equipo se ha venido abajo en la faceta donde quizás mas destacaba, el sistema defensivo.
Se habla de falta de jugadores en el centro del campo, de un jugador que maneje el juego del equipo, pero para mi el principal problema del equipo, la principal carencia es la falta de actitud e intensidad en el equipo.
El equipo había hecho lo mas complicado en una jugada de fe de Romaric, que persiguió un balón perdido, poniendo un balón al corazón del área que Kanoute se encargaba de mandar al fondo de las mallas.
Era el 1-0 y parecía que era el encuentro para terminar de espantar fantasmas.
Pero en el segundo tiempo la bronca de Manzano se diluyó como azucarillo en el cafe y en un cuarto de hora desastroso el Sevilla entregaba un encuentro vital con una falta de concentración increíble.
Primero un penalti por manos de Konko y después un balón que la defensa no termina de despegar ponen la loza del 1-2 en el marcador.
Tocaba, ya no empezar de nuevo, sino remontar un encuentro que se tenía controlado y que no supimos matar.
Pasó lo de siempre, que el equipo se puso las pilas y empezó a generar peligro y a robar facilmente el balón (¿por qué nunca somos capaces de realizar ese juego desde el principio?), pero el balón no entraba, y cuando entró fue anulado por un supuesto fuera de juego que habrá que ver por la tv.
Negredo se plantó solo delante del portero, tras un gran pase de Kanoute, y lo batió en su salida. La repetición no fue ofrecida y no puedo decir con rotundidad si estaba o no en posición legal.
Lo que pasó en lugar del empate fue que el Getafe aprovechó la histeria sevillista por empatar el partido para poner el 1-3 definitivo.
¿Justo? La justicia en el fútbol la marcan los goles, pero creo que el Getafe no encontrará un equipo que se borre de un encuentro y le de tantas facilidades para remontar un encuentro como el de hoy.
Ahora espera una semana movida, con el encuentro decisivo de Paris en el horizonte y el debate sobre si es necesario o no traer jugadores. Soy de la opinión de que cualquier refuerzo debe ser bien recibido, pero que lo mas importante es recuperar el espíritu de esta plantilla y sobre todo volver a ser fuertes en defensa.
Cuando ganamos al Athletic Club por 4-3 dije que me gustaba mas el 1-0, y lo comentaba por que ese marcador me estaba informando de un agujero en el sistema. El 1-0 me da sensación de equipo compacto, el 4-3 de que el equipo hace aguas en medio de una descomunal pegada, pero cuando el balón no entra te quedas con el agujero atrás, como ha sucedido hoy.
Tiempo para que estemos unidos y rememos en la misma dirección.
Un par de apuntes antes de terminar, he leído por ahí quejas sobre el aspecto de las gradas en estos dos últimos encuentros. Creo que al aficionado no se le puede pedir mas en un día como el de hoy. Mas que recriminar a los que faltaron se debe vitorear al que fue desafiando a la lluvia y el frío.
Otra cosa que no me gusta es la facilidad que hay para pitar en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Tras el arbitraje demencial de Lahoz hoy nos han vuelto a anular un gol con fuera de juego muy dudoso (insisto que aún no he visto la repetición y que también puede existir la duda en el pase de Romaric en el gol sevillista), pero no existe presión por parte de la grada, una presión que estamos acostumbrados a padecer fuera.
En estos momentos todos debemos sumar en lo que podamos.
Toca levantarse tras un nuevo varapalo en los dos encuentros que parecía nos debían lanzar en la tabla. Dos encuentros consecutivos en casa, 0 puntos.
Que alguien toque el botón de "encendido" del orgullo en los jugadores. Hace falta un cambio en la actitud antes de que sea demasiado tarde.
Pidan refuerzos, pero sobre todo pidan implicación a una plantilla que considero capacitada cuando se pone el traje de faena.