jueves, 10 de abril de 2014

El fútbol se inventó para ganar

Que si, que ya se que el fútbol se inventó para ganar.
Que llevo años repitiendo que lo único importante es el resultado, que da igual como se juegue, que si ganamos, aunque hayamos jugado como el culo, me voy contento a la cama. En cambio, si jugamos como los ángeles pero al final terminamos perdiendo me despierto 40 veces durante la noche con la visión de aquel gol errado o el fallo que propició la derrota.
Que todo eso está muy bien, pero es que llega una noche como esta, llega un día como el de hoy y se me llena el álma.
Me empapo de sentimiento de J. F. Machuca cuando talla mi corazón sevillista del mismo modo que Ortega Bru dibujó al Señor del Soberano Poder.
Me empapo con los Guardianes de la memoria y su historia verdadera, no la que creó la envidia.
Me empapo de las palabras que le escuché a mi padre, esas que recordaré durante toda mi vida, las que me hicieron vestir mi corazón de blanco y rojo, las que intantaré repetir a mis hijos.
El partido frente al Oporto es el eje sobre el que debería girar todo, pero posiblemente sea la excusa, la coartada perfecta para volver a sentir como tu corazón late al máximo, para volver a presumir de tu condición de sevillista, para volver a llenar las alforjas de la ilusión.
Llega un partido grande y toca ganar, porque hay equipo, afición y razones de sobra para vencer, pero llegado el día de hoy tengo clara mi victoria. Hoy he ganado con los comentarios sobre nuestro Sevilla con Antonio Martín, con los mensajes de RamonStone, con las felicitaciones de Alberto Trapa, con la imagen de mi hijo vestido de sevillista. He ganado al ver la ilusión que se respira en la ciudad, al ver las palabras de gente amiga como Pedro Monago, Santi, Mayte, Manu, Selu, Alexis...
Hoy no puede salir nada mal. Somos el Sevilla FC, coño. El equipo de mi padre, de tu padre, de mis hijos, de los tuyos. Somos el equipo de la casta y el coraje, el que dicen que nunca se rinde, el que te enamoró cuando nuestra máxima ilusión era pasar a una final del Colombino, el que luego te compensó todos esos años de travesía por el desierto.
Hoy juega mi Sevilla, tu Sevilla, el que late en tu pecho mas que tu corazón, el que pone de los nervios una semana antes a un tío tan serio y sensato como mi amigo Carlos.
Hoy juega mi Sevilla, tu Sevilla, y no se me pasa por la cabeza otra cosa que no sea la victoria. Victoria sobre el césped, la del corazón hace mucho que la ganamos por goleada.

3 comentarios:

Mayte Carrera dijo...

Ole, ole y ole.

ANTONIO MARTÍN dijo...

Que si rafa, que eres un artista te lo digo yo, eres grande!!!! Y te escribo esto cuando acabó de yegar eufórico del campo de ver y de disfrutar viendo a nuestro equipo viva el SEVILLA!!viva el SEVILLA!!viva el SEVILLLAAAAAAAA!!!!

ANTONIO MARTÍN dijo...

Que si rafa, que eres un artista te lo digo yo, eres grande!!!! Y te escribo esto cuando acabó de yegar eufórico del campo de ver y de disfrutar viendo a nuestro equipo viva el SEVILLA!!viva el SEVILLA!!viva el SEVILLLAAAAAAAA!!!!