viernes, 26 de octubre de 2012

Oficialistas y críticos de nuevo cuño

A nadie se le escapa que la política de comunicación en el club ha cambiado. No suele resultar raro ver y oir en los MMOO del club a personajes que en tiempo no muy lejano vertían lodo sobre nuestro club, personajes que han pisoteado una y otra vez mi sentimiento.
Con estas cosas siempre lo he tenido muy claro, lejos de entrar en insultos contra quién este a favor de esta nueva política, cosa que tuve que padecer, me limito a seguir fiel a mis principios y seguir escuchando lo que me gusta, sea parte de la parrilla "oficial" o no.
Sigo escuchando La red blanca y roja en SFC radio, y sigo escuchando el programa de historia en Neo fm siempre que el tiempo me lo permite. Sigo escuchando a los locos de Quédate a mi lado aunque hayan cambiado de emisora, y me quedo con las ganas de escuchar esa Familia rojiblanca de los lunes donde Santi Mora y Alexis Correa desmenuzaban la actualidad a su manera. También me gusta escuchar a Alvarado y compañía tanto los lunes como en esas retransmisiones con ese sentimiento tan profundo. En definitiva, como consumidor veo y escucho lo que me gusta.
Viene este tema a raiz de unos comentarios aparecidos hoy en Twitter donde se alababa la nueva línea del club que me han dejado una duda.
Si a mi, por que me gustaban ciertos programas y su visión del sevillismo, me llamaban "oficialista", me decían que me tenían comido el coco, me llamaban palmero... ¿Han recogido el testigo de "oficialista y palmero" los que me lo decían y ahora tocan las palmas ante el nuevo orden? ¿Ahora que estoy en contra de la nueva línea de los MMOO pertenezco al grupo de los críticos? ¿Ha existido un cambio de bandos?
Yo estoy seguro de que no, la gente sigue escuchando lo que le gusta, sigue viendo el canal de televisión que le entretiene, acudiendo al cine a ver la pelicula que quiere y escuchando la música que le llena el alma. El que compra discos de Metallica seguirá comprando sus discos aunque cambien de sello discográfico, el que disfruta con las narraciones de Alvarado seguirá lo seguirá escuchando aunque tenga que dar media vuelta más al dial. Al que le cae mal Araujo, como es mi caso, no lo escuchará por mucho que aparezca en los micros de la radio oficial. No creo que sea muy difícil de entender.
Seguramente los oficialistas de nuevo cuño empiecen a pillarlo... o no.

3 comentarios:

Rafael Sarmiento dijo...

Hay pocas cosas que me den más rabia que el que haya gente que no me crea capaz de tener mis propios gustos u opiniones, independientemente de lo que diga el club, el personaje de turno o su madre bendita.

A mi me da el intelecto para labrarme mis propias posiciones sin necesidad de que otros me digan cuáles han de ser. Entiendo que a ti te pasa lo mismo. Pero parece que hay gente a la que no, y no les cabe en la cabeza que otros lleguen a ese nivel de desarrollo intelectual.

Sinceramente, hace ya tiempo que paso de esos rollos. Soy ajeno a todo eso.

Un abrazo.

angeles dijo...

Alto y claro,hermano.
Y no digo nada más, que ya lo dice el dicho : " a. Buen entendedor , pocas palabras bastan"

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Un poco tarde, compañero, pero ahí va:

Estoy con Ravesen en algo y he escrito sobre ello muchas veces: los que pretenden dictar mis gustos, mis aficiones, mis pasiones, mis formas de ver la vida, mis afectos y mis comportamientos, pinchan en hueso.

Probablemente son incapaces de definirse solos; probablemente les falte la confianza suficiente en ellos mismos y necesitan difuminarse en la masa anónima y uniforme.

También es posible que les falte la personalidad necesaria o que pequen de actitudes dictatoriales, que no hayan interiorizado algún principio esencial como es el respeto a los demás y a la diversidad de pensamientos.

Es posible.

"Todos moros o todos cristianos", se decía en otros tiempos de infausto recuerdo, hasta que logramos descubrir que el mundo es más hermoso con ésa cosa tan sencilla y básica que es: deja que cada cual sea lo que quiera ser, pensar o decir.

Y no estoy con Ravesen en que a mí no me dan, necesariamente, rabia. En todo caso, me divierten porque es una forma elemental de definirse ellos mismos.

Sean quienes sean, se llamen como se llamen y ocupen los cargos que ocupen.

Cuídate.