Vamos a echarla al suelo y no creer que esto está hecho.
Gran paso dado, enorme diría yo, porque afrontar un partido de vuelta con dos goles a favor y conseguir dejar tu portería a cero es cumplir con creces el objetivo para un encuentro de ida.
Se pasó mal al principio de partido frente a un Valencia muy bien plantado sobre el césped, pero dos detalles hicieron que los apuros se fuesen disipando y que poco a poco fuese apareciendo el Sevilla que todos conocemos.
La primera fue que Mbia, hasta ese momento desaparecido, se pegó a Parejo y cortó de raiz toda la creación che. De otro lado el equipo se dió cuenta que no había árbitro y que podía usar las mismas armas que había usado el Valencia hasta ese momento. Tanto ha sido así que pese a contar con siete representantes encargados de impartir justicia ninguno vió ni el fuera de juego de Mbia en el primer gol ni el penalti claro tras el disparo de Gameiro.
En lo positivo, sin duda el resultado y la baja de Alcarcer en el Valencia para la vuelta.
En lo negativo, desperdiciar innumerables ocasiones para haber sentenciado la eliminatoria. Recuerdo tres de Fazio, dos de Bacca y una de Iborra cuando el partido agonizaba.
El "oso", en este caso murciégalo, está herido, pero debemos confiarnos e ir a Mestalla con la intención de dar el tiro de gracia y plantarnos con su cabeza en Turín.
La semana que viene la solución.
Recuerdos de la Semana Grande
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Terminada la Semana Santa retomo la actividad en este blog para hacer un
paseo por los recuerdos que me deja la Semana Grande de Sevilla.
Pero no quiero hab...
Hace 12 años
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