domingo, 29 de abril de 2012

Ni pudimos ni nos dejaron.

Cuando miras el calendario a principios de temporada empiezas a hacer las cuentas de la lechera sobre los estadios donde puedes conseguir puntos. Entre ellos seguro que no figura el Santiago Bernabeu.
El Real Madrid es un equipo, como todos sabemos, plagado de figuras, pagadas en buena parte por el resto de equipos sin contar al Barça, que en cualquier momento te puede hacer un descosido. A todo esto había que añadirle el palo que se llevó el rival el pasado Miércoles con la eliminación europea y la posibilidad de conseguir hoy el título de liga.
Cuando todo esto no es suficiente, que a pesar de todo algunas veces no lo es, siempre salen en su ayuda los personajes del silbato.
Hoy ha tenido que pasar esto último para que el equipo capitalino encontrase el camino.
Minuto 4, falta sacada por el Sevilla que despeja mal Pepe y Fazio la clava dentro de la portería. Lahoz, el hombre tan del gusto de Mou, el que dicen que nunca pita los contactos, aunque yo añado que no pita ni las faltas, ese hombre que dicen que pita al estilo inglés ve falta donde no la hay y anula el gol.
A partir de ahí lo que debió convertirse en el 0-1 se convierte en la reacción madrinista. El Sevilla FC pierde la posesión que tenía y Ronaldo en un buen recorte a Coke pone el 1-0.
También a partir de ahí Lahoz no vuelve a pitar las faltas, ni la que recibe Reyes en el contragolpe que supone el 3-0.
Entre medio otro de esos errores infantiles que nos han costado tanto en esta liga.
Desde mi casa he escuchado a Varas gritar a Coke que venían por detrás suya. Coke falla y sin querer Benzema aprovecha para poner el 2-0 en el marcador que suponía una loza demasiado grande.
Una loza por que hasta ese momento, y a pesar del 1-0, el Sevilla estaba metido en el partido, con mucha llegada, con posesión y un Reyes que resultaba demoledor en los pases en profundidad.
De nuevo apareció el gran problema esta temporada que no es otro que el gol.
Reyes, Navas y Negredo por dos veces han desperdiciado el empate en ocasiones clarísimas de gol.
La historia de siempre y como siempre la misma frase, a esperar al Miércoles para intentar levantarnos de nuevo.
Lo mejor el juego por momentos del equipo y que ningún apercibido vio amarilla, si bien Negredo se retiró con un tremendo golpe en el esternón.
Lo peor la falta de gol, el nuevo error infantil que deja al equipo sin reacción y la actuación de Lahoz.
Seguramente los habrá que digan que lo del árbitro no es decisivo, a mi me hubiese gustado ver este partido con el 0-1, legal y merecido, en el marcador.
Esta batalla está perdida.

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