El fallo

A veces el mayor obstaculo que nos aleja del éxito es el temor al fallo.
A todos nos pasa, el temor a fallar a veces es mas fuerte que la ilusión por hacer un buen trabajo. Ese miedo puede aparecer incluso cuando de lo que se trata es de divertirse, de pasar un rato entre amigos.
Esto me pasó a mi cuando tras muchos años, muchísimos, me volvía a animar para colocarme unos guantes e ir a jugar una pachanga con los compañeros del trabajo. El temor a pifiarla hizo que en algunos momentos jurase en hebreo por haberme dejado convencer para volver a ponerme bajo los palos.
Pero por encima de ese miedo a fallar en un partidillo de jueves entre amigos había un miedo al fallo mayor. El fallo a los amigos que lo merecen, a los que ya no están con nosotros.
Es por ello por lo que pensé que el mayor error que podía cometer es no estar en vuestro homenaje, que con tanto cariño preparan la gente de el-sevillista.net,  jugando o acompañando a los que lo hacen, disfrutando de un día de sevillismo mientras os recordamos. Y si, hablo en plurar porque aunque oficialmente es el homenaje a nuestro Giulio Guerrera yo, y seguramente todos los que nos reunimos ese día, llevamos también en el corazon a nuestro Javi, nuestro Quequeno. Dos guantes  llevo y en cada uno un recuerdo para cada uno de mis amigos.
Si después no llego a ningún balón, si ese día me llueven los goles es lo de menos. El único error posible ese día es no estar presente.
Y aunque se que aún faltan casi dos meses para que llegue el gran día no viene mal recordarlo para que la maquinaria se ponga en marcha y para que nadie diga que le ha cogido desprevenido y por sorpresa.
Al único fallo al que debes tener ese día es el de fallarles a ellos, ya sea de corto o apoyando con tu presencia, siempre que te sea posible. Su memoria lo merece.