El día de la marmota

 Nada, por que "asediar" a un equipo durante los últimos 15 minutos de partido es tan irreal como toda la trayectoria del equipo lejos de Nervión.
El Levante, otro equipo cuajado de bajas y que no ganaba desde hacía siete jornadas, como siempre ejercimos de resucitador de equipo en problemas y estuvimos en cada momento en la situación que quería el equipo de Jim.
Para completar la jornada fuimos capaces de crearnos una contra entre A. Moreno, Fazio y Maduro que terminó con el gol del joven jugador levantinista. A esto hay que sumar que al equipo le cuesta un mundo hacer gol, y quedó demostrado desde el primer minuto, con la ocasión de Reyes, al último con la que desperdicia Negredo en un mano a mano con Munua.
Entre ellos todo un muestrario de ocasiones que se marchan al limbo a cual mas clara.
Ahora podemos empezar a decir que hay que venirse arriba, que hay que creer, que el equipo terminará arrancando. Mire usted, yo ya no me creo nada por que hoy enfrente teníamos un equipo medio cadáver y lo hemos resucitado hasta tal punto que nos supera en la tabla.
Un solo partido ganado lejos de Nervión, ante el colista y pare usted de contar, pero lo peor es que partido tras partido vemos como el equipo necesita que le den un puñetazo para que empiece a dar señales de vida.
¿Que se ha podido empatar? Pues si, aunque para ganar hace falta algo tan raro a veces en este equipo como es el gol, pero también nos ha podido matar a la contra el Levante si no llega a ser por una mano prodigiosa que sacó Beto.
¿A quien salvo del partido? Es complicado, quizás a Navas que parece que es el único que ha puesto intensidad. Beto a metido esa mano pero quizás se ha adornado demasiado en una que sacó en la primera mitad concediendo un corner. Tampoco se le puede reprochar mucho al luso.
Partido para grabar y ver que Maduro sin Medel vuelve vulgar a Kondogbia, y ponerle a los jugadores una y otra vez para que se den cuenta que sin intensidad no se va a ningún lado.
Ahora dirán que si la falta de calidad o la biblia en verso. No le voy a pedir al equipo que compita frente al Madrid, Barça o incluso Atlético y Valencia, pero para ganarle a un Levante, Mallorca, etc, etc, etc, debe dar sobrado a poco que se hagan las cosas en el césped con un mínimo de intensidad, de aquella alma tan buscada y que no aparece por ningún lado.
Cuento mil veces visto y que como aquellos que me contaban de niño ya he dejado de creer.
Cuento tan aburrido que dan ganas de cerrar el libro.
¿Aburrido? De que cojones me suena.