Si algún día quieres organizar una fiesta y no dispones de nada para hacerlo no te preocupes, conozco al invitado perfecto para la ocasiòn. Da igual que tengas el lugar mas cutre, que las bebidas sean de garrafòn, incluso si no hay nada mas que agua, el invitado del que hablo no te exigirá lo mas mínimo y convertirá tus miedos en triunfos.
Esto es en lo que se ha convertido este equipo, en perfecto invitado, por que es incapaz de jugar con la presión que pesa sobre un contrario con la soga al cuello, por que es incapaz de imponer un estilo de juego que domine al rival, por que partido tras partido concede goles y ocasiones clamorosas que no terminan en gol por que Beto está un escalón por encima de inmenso.
Con este panorama es complicado alcanzar a los de arriba y te da justito para no pasar sustos de aquí al final de la liga.
Seguramente gran parte de culpa de estos cabreos sea mía, por ilusionarme en vano con un equipo que cada vez que parece que levantará el vuelo se deja caer con un partido como el de hoy. Sin garra, sin ambición y sin poner sobre el césped el mínimo exigible de intensidad.
Hubo momentos en el partido que pensè que los "amigos" de la señora López vengaban que la hubiesen dejado con las vergüenzas al aire.
Estoy loco, ya lo se, pero me parece muy chocante la falta de todo mostrada hoy.
Salvo de la quema a Navas, Beto, Alberto e incluso a Fazio, que ha tenido que apagar algún que otro fuego. Del resto ni Kondogbia, aunque este tiene derecho a tener un día desafortunado.
Es lo que hay y es lo que tenemos. A tirar para delante como podamos y a intentar seguir con la racha en casa para terminar la temporada con algo de dignidad. Si queda algo
Recuerdos de la Semana Grande
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Terminada la Semana Santa retomo la actividad en este blog para hacer un
paseo por los recuerdos que me deja la Semana Grande de Sevilla.
Pero no quiero hab...
Hace 12 años
1 comentario:
Tenemos un equipo muy malo un entrenador que comete los mismos fallos que el anterior y un presidente que volverá el equipo a segunda y quizás a su desaparición.
En el Sevilla no hay vida inteligente y lo peor es que no se la espera.
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