Querido Michel:

Acabo de conocer tus declaraciones acerca de mi club y me viene a la memoria el día que dejaste de trabajar para él.
Recuerdo que tras leer tu carta de despedida a la afición me cayeron algunas críticas por decir que me recordaban a tus ruedas de prensa. En ellas dibujabas con palabras un universo maravilloso que en nada se parecía a lo que sucedía cuando acababa la previa y comenzaba lo de verdad.
Ahora no ha sucedido nada distinto, de aquella carta de despedida solo queda el enlace en la web oficial ya que el tiempo, y sobre todo tus actos, han borrado todas esas bonitas palabras. Es por ello por lo que te tengo que reconocer que no me ha pillado por sorpresa. Es mas, te estoy agradecido ya que alguna cerveza me has hecho ganar con algún incrédulo que no pensaban que esa carta era como el nudo de tu corbata; un adorno mas en tu vida.
Dices que el Sevilla no puede aspirar a ganar un Tour con un equipo del pelotón. Le doy gracias a Dios por que no fue usted el encargado de dirigir a una plantilla como aquella del 2005 donde Joaquín Caparrós nos enseñó que algunos corredores del pelotón pueden aspiran a ganar el Tour si sabes sacar rendimiento a una plantilla.
Pero claro, Joaquín (D. Joaquín para usted) es un entrenador de los pies a la cabeza, cosa que lo diferencia de usted.
Siga usted con su equipo en Grecia, ese que cogió con la única misión de mantenerlo vivo en Europa y fracasó, ya que la liga ya la tenía ganada, y dejenos tranquilo con nuestro equipo, nuestras ilusiones y nuestros cabreos.
Para despedirme me gustaría darle un consejo si me lo permite, intente poner su trasero en un equipo de esos donde la calidad de los jugadores sea tan grande que por mas que usted no esté capacitado no empañe esas previas tan adornadas de palabrería vacía.
Sin mas se despide este aficionado del pelotón campeón de seis "Tour's" en los últimos ocho años.