viernes, 23 de agosto de 2013

Dos partes, dos equipos

Si cuando el colegiado indicó el camino de los vestuarios al termino de la primera mitad alguien me dice que terminarìa el encuentro con un 4-1 a nuestro favor no se que hubiese pensado.
Desde luego el equipo polaco no es el rival de la anterior eliminatoria. Este equipo tiene velocidad, toque, presión y calidad, pero lo que realmente lo ha hecho hoy peligroso han sido los numerosos fallos en defensa y cuando hablo de defensa no me refiero solo a los cuatro hombres que componen esa línea.
Ya en la salida de los equipos me sorprendió ver la poca intensidad y la visible desgana con la que Kondogbia saltaba al césped para disputar un encuentro oficial. La versión oficial es que ha vuelto a tener problemas estomacales cosa que en caso de ser cierta creo que debería haber sido advertido por alguien o comunicado por él mismo ya que claramente no estaba en situación de competir, cosa que acusó el equipo ya que el francés complicó en mas de una ocasión. Incluso una indecisión suya, en su última jugada en el partido, terminó en la falta que significó el 0-1.
En el Sevilla desde hace mucho todas las culpas se las lleva Fazio pero cuando uno de tus compañeros parece tener la cabeza en otro sitio, como ha sido la primera mitad de Alberto Moreno, y el otro lateral parecía empeñado en poner de gol al rival es muy complicado ser central en el equipo. A esto sumen que su pareja es lateral.
Con esto el panorama era bastante oscuro y lo único que evitó una auténtica debacle fue un Beto que en la noche de hoy ha salido agigantado.
En la otra mitad del equipo, la atacante, la cosa es bien distinta. El equipo tiene calidad y rapidez aunque otra vez se volvieron a desperdiciar ocasiones que hubiesen dado mucha tranquilidad al grupo. De hecho no habian transcurrido dos minutos de partido cuando Gameiro habia desperdiciado un uno contra uno.
El fútbol es así y lo que parecía iba a ser una noche tranquila se convirtió en pesadilla al pasar del 1-0 al 0-1 ante la incredulidad de una grada con un aspecto lamentable debido al afan recaudatorio que obligaba al socio a rascarse el bolsillo para ver unos play off de UEFA ante un desconocido equipo polaco.
El 1-1 con el que se llegó al descanso, tras un saque de falta de Rakitic que se traga el portero, ponía un poco de optimismo de cara a la segunda mitad.
El problema es que el equipo no es capaz de soltarse debido a la inseguridad defensiva. Un equipo con la calidad que atesora arriba se ve mermado por los fallos de colegio en la zona de atrás y gracias a que volvió a aparecer Beto la cosa no pasó a mayores.
A partir de aquí hay que empezar a quitarse el sombrero. Porque si el equipo regala en defensa demasiado a veces en ataque hay momentos en los que ver jugar al equipo de medio campo hacia delante es un lujo.
Yo no soy un asiduo del fútbol internacional y es por eso por lo que el nombre de Marko Marin no lo había escuchado en mi vida. Yo no se donde andaba ni por qué no ha tenido relevancia en el escaparate internacional, pero el alemán es un auténtico lujo. Autor de dos goles, a cual mas bello, ha sido una auténtica pesadilla para los polacos. Grandísima incorporación que a buen seguro nos traerá muchas tardes de gloria.
También me gustaría destacar a Rabello. Cada vez que lo veo jugar mas incomprensible veo la decisión de dejarlo sin dorsal la temporada pasada en beneficio de Stevanovic. Lo de este chico es bestial y ver como suple su poca estatura con una buena dosis de cojones me motiva bastante.
Otro jugador que me gustaría destacar es al recien llegado, al come-marrones Iborra. Este jugador no me ha sorprendido ya que era conocedor de su rendimiento en el Levante. Algún fallo ha tenido, pero hay que tener en cuenta que lleva dos días como aquel que dice en la ciudad.
Gameiro, que anotó el tercero, necesita minutos para coger confianza y volver a ser el crack que deslumbró en Europa. Tengo muchas esperanzas depositadas en este jugador.
Por poner un "pero" a la línea atacante, además de la falta de puntería en determinadas acciones, es la manía de querer hacer la jugada del siglo en cada jugada de ataque con paredes imposibles que casi nunca son terminadas.
En definitiva, resultado muy bueno visto lo visto en defensa y muy malo visto lo visto en ataque que debe servir para estar en la fase de grupos la próxima semana.
Para terminar me gustaría volver a realizar una mención a Beto. Como siempre la gloria se la lleva el delantero que marca los goles, pero sus intervenciones han permitido que el resultado esta eliminatoria haya cogido un camino muy distinto al que habìa cogido en un principio.
Si son buenas las paradas, de auténtico salvador, me quedo con el gesto de la bronca al atacante polaco en la falta cometida sobre él. Ese gesto, aunque invisible para muchos, contagia cojones al resto del equipo y terminó de acobardar a un conjunto polaco que ha terminado pidiendo la hora para evitar que el partido de vuelta pasase del trámite en lo que se ha debido convertir, siempre respetando al rival, a mera excursión por tierras polacas.
Pero esto será la semana que viene. Antes toca el Levante de Caparrós para intentar una victoria como visitante mucho tiempo después.
Esperemos que en Valencia el equipo vuelva a ser solo una parte, la buena, la que nos debe meter arriba y ha ilusionado a todos.
Esperemos que solo haya una parte, un solo equipo.

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