Navas el mercenario

Pues ya se ha despedido Jesús Navas. Lo que parecía que nunca sucedería ha pasado y nuestro duende se marcha con un pedazo de contrato a tierras inglesas a defender el escudo del Manchester City.
Mercenario suele ser llamado el que abandona su club en busca de dinero. En el caso de Navas, como en el de otros que abandonaron el club en una época reciente, no creo que haya nadie con dos dedos de frente que pueda decirlo.
Se marcha el duende después de derramar hasta la última gota de sudor por el escudo.
Se marcha el duende tras conseguir seis títulos con el equipo de su vida.
Se marcha el duenda tras dar la cara desde el primer al último partido con nuestro escudo en el pecho.
A partir de aquí desearle toda la suerte del mundo al que lo dio todo por mi sentimiento. Decirle hasta luego por que aquí sigue teniendo su casa, por que como en otros casos será un sevillista que trabaja en el extranjero.
A partir de ahora todos seremos un poquito mas del City, como también lo somos del Leverkusen por Palop o del Mallorca por Martí, de gente que se ganó el respeto de todos por su honestidad y entrega a unos colores.
Se marcha el Duende, nuestro duende, y con él buena parte del corazón de Nervión. Aquí quedan grabadas tus galopadas por esa banda derecha, tu centro aquel Jueves de Feria que terminó en el comienzo de nuestros sueños, tus ganas por este escudo que demostrabas siempre, pero por encima de eso, por encima de tus seis títulos quedará aquella frase pronunciada por Alvarado en la narración de la final del Camp Nou, por encima quedarán tus huevos Navas, por que de eso derrochaste a raudales en la banda derecha.
Se marcha Jesús a conquistar las islas, a mejorar económicamente, a jugar en otro club que no es el suyo donde ganará lo que el Sevilla FC no puede pagarle. Mercenario podría alguno llamarlo. Lo que Jesús ganará en Manchester lo ha pagado aquí con el sudor de su frente.
Gracias Jesús, tus huevos Jesús.