jueves, 27 de noviembre de 2014

Vergüenza en Holanda

Lo peor de la noche en Holanda no es la imagen ofrecida por el equipo ante un Feyenoord muy inferior a todas luces y que, como parece que viene siendo tónica habitual, se le da vida y terminas teniendo que intentar la épica, y claro, siempre no aparece Mbia en el último minuto del descuento para arreglar lo que has regalado antes.
Lo peor no es ese 2-0 que complica mucho la clasificación y el camino a una supuesta final.
Lo peor es que la directiva, esta directiva, ha permitido desde el minuto 0, aquí en Sevilla, y hasta mucho después del pitido final, que se pisotee el corazón del equipo.
Si ya es muy complicado entender la decisión de no vender entradas a los aficionados sevillistas que tenían intención de desplazarse a ver el encuentro más difícil explicación tiene que la directiva, con Pepe Castro a la cabeza, no haya abandonado el estadio ante el secuestro del que han sido victimas los 110 sevillistas por parte de la policía holandesa.
El club le da la espalda a la hora de facilitarles el viaje para animar a los nuestros, y le da la espalda cuando se ven en una comisaría retenidos por el simple hecho de tener una entrada para ver el partido.
Ahora que me vendan que el club va a elevar una queja a Uefa por el trato recibido por nuestra afición.
¿Una queja para que? El daño está hecho y usted ha preferido quedarse sentado en su palco en vez de ir a ofrecer su ayuda a esa parte tan importante del club como es su afición.
Lo mas "gracioso" de esto es que todo ha pasado en la ¡SEMANA DE LA AFICIÓN!
Para tocar palmas con los cojones.
Ahora pedid el apoyo, que el campo esté a rebosar, que todos vayan a una.
Lo que ya no tiene vuelta atrás es la imagen de una directiva, poco o nada comprometida con los suyos, que ha dejado desamparado a los únicos que hubiesen puesto cojones en ese estadio.
Sevillistas que han sido expulsados del país, multados sin saber por qué, sin poder acceder al estadio a pesar de tener sus entradas compradas, y obligados a firmar un papel en holandés sin el amparo de una junta directiva mas preocupada de la posición del palco vip en el estadio que en el bien mas preciado del club.
 Seguramente en el resto de Europa quede que "gracias a la policía holandesa se evitaron los incidentes que pudieron provocar los ultras desplazados a los que el club les negó la entrada para evitar incidentes" y usted, señor Castro, es cómplice de esta mentira.
¿Tan complicado es tratar bien a los tuyos?

No hay comentarios: