Cuando no terminas de despegar en liga, cuando has ido dejando dudas por el camino, cuando ves que la gente empieza a dejar de creer en el proyecto cualquier partido, aunque sea un amistoso, se convierte en una reválida para el equipo y una nueva oportunidad de limpiar su imagen.
El caso es que el partido que tenemos en el horizonte, lejos de ser un amistoso, se convierte en una ocasión idónea para empezar a cambiar la cara a la situación. Partido de copa de España (como gusta decir a los Guardianes de la memoria) frente al Mallorca de Caparrós, equipo que no pasa por su mejor momento tras sumar varias jornadas sin conseguir la victoria y con su entrenador en el punto de mira. Este es el problema, por que últimamente nos hemos convertido en resucitador de equipos moribundos y las orejas del lobo vuelven a aparecer en el horizonte.
Palop, Diego López, Cicinho, Fazio, Luna, Cala, Botía, Coke, Navarro Kondogbia, Medel, Rabello, Rakitic, Hervás, Navas, Reyes,Negredo, Del Moral y Babá forman una lista de 19 a la que vuelve Cicinho, sigue sin aparecer Campaña, y repite el chaval Rabello.
Que la copa es el camino mas corto hacia Europa lo sabe todo el mundo, que estamos en la parte buena del cuadro también, pero para ir pasando eliminatorias hay que salir a comerse al rival, a demostrar que eres superior y no vas permitir que el rival se te suba a las barbas.
Muchas han sido las decepciones por que muchas veces se ha levantado la moral por las nubes tras partidos muy buenos, pero cuando había que refrendar el buen momento el equipo perdía el álma. En mi caso el cabreo es por que he visto que se puede y en determinados partidos no se ha dado la cara.
Ya no escucho ruedas de prensa, de nada me sirven, las buenas intenciones las quiero sobre el césped, las buenas vibraciones tras un micro ya me las da Bob Marley. Que ruede el balón y que nos devuelva la ilusión.
Hace 12 años
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