Lo que escribo a continuación no es una crítica ni nada por el estilo, simplemente es que me encuentro algo despistado tras los últimos acontecimientos vividos en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El pasado Martes un amplio grupo de abonados, de esos que pagan su carné religiosamente, se expresó libremente desde el Gol Norte de Nervión. Tras este hecho otro sector de abonados, que también pagan religiosamente su carné, recriminó con silbidos los cánticos de los primeros abonados, que pagan religiosamente su carné.
Aquí es donde me entra la duda.
Hasta hace poco parecía claro que si pagabas tu abono tenias todo el derecho del mundo a expresar tus sentimientos de la manera que creyeses mas oportuno. En esto entraba insultar a componentes de la plantilla, a componentes del cuerpo técnico, a componentes del consejo, a componentes de los medios oficiales, a componentes de la secretaría técnica...
Ahora ha sido otro sector de abonados, componentes de la peña Biris-norte, los que se han expresado libremente. "A segunda" le han cantado al rival del pasado Martes, incluso se atrevieron con un gravísimo "El año que viene Sporting-Sevilla B".
Ahora es tomado como una falta de señorío, pero si al que se chilla, silba o incluso se insulta tiene que ver algo con nuestro equipo es por que el que paga tiene todo el derecho del mundo a expresar su descontento.
Yo estoy hecho un lío. Si todo el mundo paga religiosamente su carné deberían de tener todos razón, pero es obvio que alguien miente.
Lo que pasa es que, según comentaba alguno que aparecía por aquí y que firmaba con su número de socio, al no tener para pagar un abono no soy nadie para opinar sobre el club. Lo que pasa es que el que firmaba con su número de carné, que pagaba religiosamente, se le ha torcido un poco la cosa y ya no puede sacarse el carné y firmar con su número de socio, por lo que, aunque para mi siga teniendo el mismo valor su opinión que antes, quizás en su interior haya dejado de ser sevillista al no pagar su carné religiosamente.
Al final estoy hecho un lío.
Yo pensaba que el señorío se demostraba en otras facetas y no en lanzar o no unos cánticos con un poco de güasa.
Dicen que insultar y menospreciar a los nuestros es crítica constructiva.
A mi no me convencen, yo me quedaré con los que animan a los míos y no con los que los insultan.
Los de colorados son los nuestros.
Que no se lleven las manos a la cabeza ya que, según ellos, gritarle "a segunda" al Sporting puede considerarse una crítica constructiva.