En fútbol, como en cualquier deporte de equipos, existe la costumbre de vestir a cada conjunto de un color para diferenciar a los unos de los otros. Esto no solo debe servir para no confundir al espectador, sino que debe valer para los propios jugadores.
Hoy no ha servido para nada, las continuas entregas al enemigo han sido la nota predominante y esas acciones, además de los clamorosos fallos de cara a la puerta rival, han servido para traernos una derrota de Zaragoza y dejar al equipo inmerso en un mar de dudas.
Por que en fútbol no siempre gana el que mas posesión tiene ni el que llega mas veces al área rival. En fútbol el que gana es el que sabe aprovechar las ocasiones que tiene, aunque sean pocas, y no hace regalos de patio de colegio.
Negredo no supo aprovechar el uno contra uno que le regaló Movilla y acto seguido Postiga ponía el 1-0 en el marcador tras un regalo de Medel. Mazazo gordo del cual no supo salir el equipo en todo el encuentro, apuntillado aún mas en otro error defensivo en el saque de una falta que permite al jugador zaragocista rematar al placer el 2-0.
Y es que al equipo le sigue costando un mundo el gol. Crea poco y lo poco que crea lo desaprovecha como la mencionada de Negredo o la de Babá que debió suponer el 2-2 con 10 min. aún por disputar.
Mal encuentro de todo el equipo que demuestra que nada aprendió del partido de Vigo donde realizaron un encuentro muy parecido a este.
Viendo el nivel ofrecido por algunos jugadores, como Manu del Moral, me pregunto en que condiciones deben estar jugadores como Reyes o Rabello para no quitarle el puesto aunque sea en la convocatoria. Ya no voy a hablar de Luna, para mi mucho mas incisivo y participativo cada vez que ha jugado en esa posición.
Muy decepcionante el partido cuando las expectativas con la vuelta de Medel y Botía al once hacían presagiar lo contrario. El chileno muy fallón, a pesar del tanto conseguido a raíz de su disparo que rechaza un defensa a puerta, y el defensor muy condicionado por la tarjeta tan tempranera que vio en una acción tan clara como innecesaria.
Queda demostrado que cuando el equipo pone lo que hay que poner sobre el césped gana y que cuando la caraja es la nota principal es un equipo muy plano.
Como siempre digo toca levantarse, pero estas caídas tan absurdas duelen mucho.
A ver si para el próximo encuentro tenemos claro que los del mismo color de camiseta son los nuestros.
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Hace 11 años